Cartas a Dios




El lenguaje secreto del espíritu.


"Cuando la mente explora el símbolo, se ve llevada a ideas que yacen más allá del alcance de la razón."
         C.G. Jung.



En los últimos años he trabajado en una escritura que da lugar a composiciones y sistemas simbólicos. Nacieron de una forma automática que me permitió traspasar mi universo interior, abstracto, espontáneo y creativo.

El automatismo es el resultado de procesos mentales que no provienen de pensamientos consientes. Aunque parezca contradictorio, con el automatismo uno se olvida del resto del mundo, incluido el propio acto automático. Pero no son inconscientes en su totalidad, ya que surgen aspectos técnicos como el color y la composición, pensamientos y sentimientos.
Me dejo llevar por la simbología, investigando con diferentes materiales, que me permitan llevar al espectador a su mejor lectura.

El arte para mí ha sido una constante evocación simbólica de la naturaleza, es un soñar con un nuevo mundo.  Mi vocación artística, es también una vocación religiosa.

La historia del simbolismo, demuestra que todo puede tener una significación simbólica: los objetos naturales, los artificiales e incluso formas abstractas como los números o las figuras geométricas. 
El hombre los expresa en la religión, en las artes visuales.
El símbolo es el lenguaje del espíritu y por ello debió aparecer mucho antes de que el hombre desarrollara una consciencia intelectiva. Representa además algo más que su significado inmediato. Añade un nuevo valor a un objeto o acción: un contenido espiritual.

Los invito a tomar contacto con mi escritura mística, en las páginas del "Códice IV" y sus personajes en forma de símbolos. 
En algunas ocasiones encontrarán seres simples y en constante movimiento que nos muestran quiénes son y lo que hacen.
Ellos danzan, se abrazan, se entrelazan, hablan, cantan, cuentan historias.
Pero no se pueden leer todo de un golpe, tenemos que dejar que nos guíen.

Son mis cartas a Dios, mi otra forma de orar.

Cecilia Scaffo









“Códice IV”,  página1
óleo sobre lienzo
22 x 20 cm








“Códice IV”,  página 2
óleo sobre lienzo
22 x 20 cm











“Códice IV”,  página 3
óleo sobre lienzo
22 x 20 cm










“Códice IV”,  página 4
óleo sobre lienzo
22 x 20 cm









“Códice IV”,  página 5
óleo sobre lienzo
22 x 20 cm






“Códice IV”,  página 6
óleo sobre lienzo
22 x 20 cm







“Códice IV”,  página 7
óleo sobre lienzo
22 x 20 cm







“Códice IV”,  página 8
óleo sobre lienzo
22 x 20 cm










“Códice IV”,  página 9
óleo sobre lienzo
22 x 20 cm







“Códice IV”,  página 10
óleo sobre lienzo
22 x 20 cm











“Códice IV”,  página 11
óleo sobre lienzo
22 x 20 cm










“Códice IV”,  página 12
óleo sobre lienzo
22 x 20 cm












“Códice IV”,  página 13
óleo sobre lienzo
22 x 20 cm











“Códice IV”,  página 14
óleo sobre lienzo
22 x 20 cm







“El arte creador que el alma tiene la suerte de alojar, no se identifica con aquel arte que por esencia es Dios, sino es solamente una comunicación y una participación del mismo.

Por eso el artista, cuanto más consiente de su don, tanto mas se siente movido a mirar hacia sí mismo y  hacia toda la creación, con ojos capaces de contemplar y aprender, elevando a Dios su himno de alabanza.
Sólo así puede contemplarse a sí mismo, su propia vocación y su misión.”
Juan Pablo II
(Fragmento de “Cartas a los Artistas”, 1999)












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